lunes, 1 de marzo de 2010

Mi otra parte...


“En el fondo, en mi silencio, siempre supe que era idiota.”




No, déjame …
No susurres más en mí oído, no me provoques. No puedo escuchar mis pensamientos si desde el fondo susurras tan dulcemente, no puedo …

Me tientas cada noche, haces lo imposible para soltarte de las cadenas que te encierran dentro de mi y aprietas mi pecho contra el tuyo, sabiendo que compartimos el mismo corazón, el mismo cuerpo, pero no el alma. Das en mi punto más débil y me abrazas, nuestro corazón late.
No sé dónde se encuentra el límite de tus cadenas pero cada vez que te acercas a mí su frío acero deja marcas en mi alma.


(Todos tenemos un engendro interior, es esa parte mala de las personas, esa parte inhumana con una voz increíblemente suave u con un aspecto tierno …)


No hay comentarios:

Publicar un comentario